El juego y la terapia

Por. Mtra. Adriana Martínez Ramos

Psicoterapeuta Guestalt

El juego, también conocido como actividad lúdica, es uno de los principales modos de expresión del niño, mediante el cual aprende a sincronizar sus procesos corporales y sociales con el sí mismo. El jugar no solo implica realizar una actividad de diversión y relajación, sino que también es un modo mediante el cual el niño se va conociendo y expresando. Así pues, es de suma importancia conocer su significado para utilizarlo como medio de comprensión del niño.

La evolución del juego en el ser humano es un tema importante en el recorrido de la psicología por ser un aspecto importante en nuestro desarrollo. En ocasiones, los juegos se perciben como actividades sin relevancia alguna. Que sirven para cubrir los tiempos en los que los niños no tienen tareas que hacer, o en los que sus padres no pueden encargarse de ellos por el exceso de trabajo. En definitiva, como una actividad informal de carácter lúdico, propia de niños. Sin embargo, el juego es mucho más que eso.

El juego, como define Gustav Bally, resulta el fundamento del logro de la libertad y de la autoconciencia, fenómenos que se han señalado como características del nivel humano de organización de la materia. Estas características se alcanzan y se sostienen en el espacio abierto que el juego le proporciona al hombre. La comprensión hacia el juego realizada por Bally parte de las consideraciones de las conductas lúdicas en los animales y poco a poco fueron siendo delimitadas en los humanos.

El juego es un aspecto fundamental en el desarrollo de los niños. Desde pequeños, los niños van intercalando la imaginación r la realidad para ir descubriendo paulatinamente el mundo que les rodea. Además de ello, jugar contribuye al buen desarrollo psicomotriz del niño, lo cual le será de gran utilidad en sus posteriores etapas de aprendizaje.

A través del juego, el niño practica y piensa sobre distintas alternativas de solución a aquello que en su imaginación desarrolla, lo que influye en su desarrollo cognitivo; al idear soluciones originales, fomenta su creatividad; al relacionarse con otras personas (niños y adultos), ayuda a su desarrollo socioemocional; al adoptar puntos de vista externos a sí mismo, ayuda a la construcción del pensamiento infantil, entre otras cosas.

En el caso de los bebés, la estimulación adecuada de sus sentidos a través del juego es de suma importancia para su desarrollo en lo físico y en lo psicológico. Es por ello que los juegos sensoriales se hacen imprescindibles

Más tarde, el niño continuará "aprehendiendo" la realidad progresivamente a través del juego. Es por ello que en el ámbito familiar resulta importante y necesario brindar al juego la importancia que merece, el tiempo e incluso los juegos adecuados, que estimules lis sentidos, que reten al pensamiento, para que el niño trate y logre resolver diversos problemas de una manera segura e interesante

Entonces pues, el juego infantil es una actividad esencial para el niño, le proporciona placer y relajación al mismo tiempo que le permite expresar los propios sentimientos por medio de la actividad lúdica y sin la presión de clarificar sus pensamientos de manera consciente y forzada. La actividad lúdica es por sí misma un medio ideal para el aprendizaje pues le permite al niño (y al adulto también) ir descubriendo el ambiente que le rodea y conocerse a sí mismo, permitiendo adentrarse en el terreno de su entorno socio-cultural de manera paulatina, situación que favorece su integración afectiva al mundo social.

Dada naturaleza lúdica del juego, como expresión de libertad, manifestación y expresión de emociones, medio favorecedor del aprendizaje y comprensión; ha sido convertido actualmente en una terapia, y se constituye en sí mismo una magnífica oportunidad para afrontar los problemas, expresar las preocupaciones y afrontar la realidad. Y esto no solo se da durante el proceso terapéutico del niño en sesiones, sino también en las actividades cotidianas, ya sea en la casa o en la escuela

Entonces, si se asume que el juego constituye una especie de "estado mental libre" (realizado por voluntad), gratuito (por el que no se espera nada a cambio) y por supuesto placentero. Ayuda en el crecimiento físico, cognoscitivo, emocional y social

El juego terapéutico ha sido desde su descubrimiento, recomendado para todos, tanto para niños como para adultos, ya que permite a quien lo practica ayudarse a sí mismo. Además ofrece la posibilidad de ser llevado a cabo tanto de forma individual, como colectiva. De hecho existen varios tipos de terapia de juego.

A pesar de su probada utilidad, la ludo-terapia o terapia de juego ha sido especialmente utilizada en la infancia (incluso ha sido llamada "terapia de niños"), pues el juego es una de las principales formas de expresión y de comunicación de los más pequeños. En la etapa adulta, es relegado por otro tipo de métodos, al ser los adultos capaces de utilizar correctamente el lenguaje como forma de expresión. Lo cierto es que la terapia de juego brinda la oportunidad a los pequeños de expresar sus sentimientos, problemas, temores, odios, soledades, fracasos y desadaptaciones.

Por otro lado, aun cuando el adolescente, en relación con su desarrollo social, paulatinamente va "abandonando" la actividad lúdica, por sus procesos de crecimiento y desarrollo en lo físico, emocional y social, continúa utilizando el juego como un medio de ensayo social y practico de su vida, en preparación para la adultez.

El juego, para el niño, el adolescente e incluso el adulto, constituye en todo momento una actividad mediante la cual, de manera libre y segura, reta sus capacidades, analiza situaciones y ejerce soluciones prácticas que puede aplicar en su vida cotidiana.

Como elemento de apoyo en ámbitos familiares y educacionales, las técnicas de terapia de juego brindan herramientas para la convivencia, la comunicación y el aprendizaje de los niños y los adolescentes, dando además la oportunidad de identificar las situaciones que requieren una atención especializada (canalización).

En el ámbito psicológico y psicoterapéutico, ofrece a los profesionales de la salud psicológica, elementos para la atención y abordaje para situaciones de naturaleza emocional, para promover un crecimiento y desarrollo positivo.

El fin principal de toda terapia de juego es que el niño sea capaz, por si mismo, de descubrir y resolver sus problemas, favoreciendo el autoconcepto y su imagen corporal, reducir el estrés y aumentar la sensibilidad hacia sí mismo, los demás y el entorno que le rodea. Desarrollando así sus propios recursos internos para hacer frente a su mundo interno y externo.

NOTA: A partir de este escrito, se elaboró el artículo 'El juego y la terapia en la resolución del duelo' para la revista Thanatos. Tanatología del siglo XXI. ¿quieres ver este complemento?. Presiona aquí.